Una semana después de iniciado el reclamo de oficiales de Gendarmería y Prefectura luego de que un decreto presidencial recorte sus salarios y blanquee su situación, la protesta continúa este miércoles solamente en el edificio Centinela, donde un reducido grupo de gendarmes mantiene un campamento en su explanada.
Una semana después de iniciado el reclamo de oficiales de Gendarmería y Prefectura luego de que un decreto presidencial recorte sus salarios, la protesta continúa este miércoles solamente en el edificio Centinela, donde un reducido grupo de gendarmes mantiene un campamento en su explanada.
A su vez, ya desde la noche del martes se despejó la medida de fuerza en el edificio Guardacosta.
Según explicó Raúl Maza, uno de los gendarmes que oficia de vocero de los agentes que protestan, "los prefectos tuvieron planes de llamada".
La medida significa que recibieron llamados de sus superiores para presentarse en sus puestos de trabajo por tiempo indeterminado, señaló Maza.
Si bien cedió notablemente la presencia física de los efectivos en las sedes de las fuerzas, Maza aseguró que el reclamo por mejoras salariales continúa vigente. Sobre todo, después de que el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, rechazaran subas que alcancen los 7000 pesos, como exigen los agentes.
Además se conoció, que el hermano de la ministra Nilda Garré, Raúl Garré, que se desempeñaba como jefe de Gabinete de Asesores de la cartera de Seguridad, renunció. El funcionario habría sido quien redactó el decreto 1307, que desató la bronca de las bases de las fuerzas.
Maza aseguró que, ante los llamados, los oficiales son obligados a presentarse en su puesto de trabajo hasta que vuelvan a llamarlo. "Hay una línea muy fina sobre la privacidad de la libertad. Te hacen estar encerrado", aseguró ante los medios el oficial, que permanece en el acampe del Centinela.
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