LA FACHADA DE LA CONFITERÍA EL MOLINO YA SE PUEDE VER RESTAURADA
La Confitería El Molino ya se puede ver sin andamios. El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad es quien se ocupa de la puesta en valor de la cúpula, cubierta y fachadas. Una fotogalería la muestra. Primero se repusieron sus leones alados y ahora la fachada luce en todo su esplendor. La restauración total es una obra conjunta entre la Ciudad, el Congreso Nacional y la Nación. Antes y después. Imágenes de drone.
Detalles de la obra
CUBIERTA (TECHO):
● Se puso en valor la totalidad de la cubierta. Para ello, se realizaron trabajos de limpieza, nivelación de piso, recambio de baldosas, revoques y carpintería.
CÚPULA:
● Se realizaron trabajos de limpieza, reposición de piezas vítreas y restauración de cerámicas, carpintería, revoques y ornamentaciones.
● Se reforzó la estructura del tambor de la cúpula. Reposición de material símil piedra según cateos y prueba piloto.
● Puesta en valor de los espacios internos y nueva iluminación interior.
● Restauración de la ornamentación de los 4 leones: mediante una foto donde se visualizó el estado original de los 4 leones y se ejecutó el moldeado en 3D. Se realizó una réplica de los mismos y se colocaron nuevamente en la cúpula (cada león pesa 800 kg aproximadamente).
FACHADA:
● Se realizaron trabajos de limpieza (mediante el método de nebulización que consiste en un proceso más delicado que el hidrolavado y que logra una limpieza más profunda sin dañar la estructura), reposición de material faltante y colocación de material similar al original para construir los dibujos de los balcones. Además, se mejoró la Iluminación exterior.
VEREDA:
● Se intervendrá la vereda.
Historia de la Confitería El Molino
● Dos reposteros italianos, Constantino Rossi y Cayetano Brenna, compraron en 1904 la esquina de Callao y Rivadavia. Siete años después adquirieron las casas vecinas de Callao 32 y Rivadavia 1815. En 1917, abrieron la confitería El Molino.
● Levantaron uno de los edificios más altos de la ciudad, de 5000 m2. Le pusieron Del Molino, porque enfrente, en la Plaza del Congreso, funcionaba el primer molino harinero de Buenos Aires, el llamado molino a vapor de Lorea.
● Hasta el último material fue traído de Italia. Y le encargaron la obra al más famoso arquitecto de entonces: Franceso Gianotti, italiano (autor, también, de la Galería Güemes, en la calle Florida).
● En 1930, durante el golpe de Estado que derrocó a Hipólito Irigoyen, la confitería fue incendiada. La reconstruyeron un año después. La muerte, en 1938, de Cayetano Brenna marcó el final de la Belle Époque. Pasó por distintas manos, hasta que sucumbió a la quiebra.
● Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1997, Patrimonio Histórico del Art Nouveau y la vanguardia de la Belle Époque por la UNESCO en el año 2000, integrar el área de preservación histórica no la salvó de la decadencia, el abandono y la muerte.
● El 23 de febrero de 1997 cerró definitivamente sus puertas. Pasaron casi 21 años.
● En 2014, fue expropiado y pasó a ser propiedad del Congreso Nacional.
Curiosidades
● Carlos Gardel, uno de sus más fieles clientes, le encargó al dueño una torta en homenaje a su amigo Irineo Leguisamo. Así nació el famosísimo postre Leguisamo, una mezcla tremenda de hojaldre, merengue, marrón glacé y crema imperial con almendras.
● En 1917, cuando en Rusia depusieron a los Romanoff, el dueño lo celebró creando el popular postre Imperial ruso (conocido en Europa como "el postre argentino") que venía con una advertencia: "Córtelo con un cuchillo caliente para que no se desmorone".
● En 1996 (un año antes de que la cerraran), Madonna -en un día libre de la filmación de Evita- grabó el video "Love don´t live here anymore".
La fachada de la Confitería del Molino ya no tiene su estructura metálica y se puede ver arreglada. Otro gran paso en esta última etapa de restauración de una de las joyas arquitectónicas de nuestra Ciudad, que tiene 104 años de historia, un montón de curiosidades y es un Monumento Histórico Nacional.